Grant Williams anotó un gol cuando Sudáfrica rompió la defensa de Toulouse tras un brillante contraataque de Curwin Bosch en su propia mitad.
Pero no fue hasta el último cuarto de hora que el quíntuple campeón intercontinental de Toulouse enseñó los dientes en los últimos compases, realizando cuatro intentos sucesivos de comerse vivo al tiburón sudafricano:
No hay que guiarse por los resultados, sino por el peso de la historia. Toulouse le ha arrojado los cinco trofeos de copa a un novato que lo ha hecho bien en su debut. Pero se comen crudos. Porque todavía queda un cuarto de hora y él sigue en el juego. Quizás ganó.
Los Sharks habrían sido anulados por un doblete de Grant Williams, pero con golpes muy, muy limitados. Con 26-17 a favor de los europeos, los sudafricanos se desmoronaron por completo. Vio los dientes de su oponente, pero no encontró resistencia. Lo clavaron como colmillos, cuatro veces en menos de diez minutos.
Victoria y clasificación en semifinales de los gigantes continentales, que, concretamente, se enfrentarán a otro hombre al que conocen desde hace tiempo: Leinster (cuatro estrellas). El éxtasis lúcido de sus personalidades apenas le bastaba, y su fuerza nunca dejaba de adornar figuras goleadoras.
Thomas Ramos fue el gran hombre del partido con 29 puntos, incluidos algunos. Además, pateó todo lo que pateó menos a esos dos respaldados por Juanchi María. El cordobés tuvo una tarde redentora: no solo demostró su polivalencia (jugó contra cualquier defensa), sino que además vio tarjeta amarilla…